La integración de Facebook con Spotify y otros servicios de contenidos multimedia, la desaparición del muro y cambios en las configuración de las aplicaciones asociados con la privacidad ha provocado una serie de comentarios a favor y en contra.

Aunque novedosa la apuesta de Facebook, muchos usuarios no se han mostrado conformes con los cambios que la empresa ha realizado anteriormente. Entre algunos ejemplos de esto están las modificaciones al chat, la visualización de fotografías, pero sobre todo los cambios en la privacidad y su consecuente configuración que resultaba díficil de gestionar para los usuarios.

Sin embargo, nunca antes la compañía había anunciado modifiaciones tan radical en la forma de presentar el contenido para los usuarios. La semana anterior Facebook presentó novedades como la desaparición del muro y la llegada del Timeline, que pretende mostrar la historia de nuestra vida. Además, se anunció también la integración de Facebook con otros populares servicios web.

Para Facebook, la integración supone una nueva forma de monetización al poder explotar más a fondo las posibilidades del sitio, pues los 800 millones de usuarios de los que dispone actualmente, ya no tendrán que abandonar tan frecuentemente el sitio para acceder a contenidos de otros sitios.

Para los usuarios, aunque con importantes novedades, notarán que es complicado ajustar la configuración de privacidad de acuerdo con sus preferencias, según han declarado numerosos desarrolladores y privilegiados quienes están probando la nueva versión de la popular red social antes que los demás usuarios lo hagan.

Los problemas de privacidad manifestados consisten básicamente en que los desarrolladores de aplicaciones son quienes tienen la libertad de establecer la configuración por defecto de su aplicación.

«Los desarrollares pueden decidir qué actividad quieren publicar, por ejemplo las canciones o el nombre del álbum en una aplicación de música, o la comida que recomiendas en una aplicación como Foodspotting. Ellos también pueden ofrecer un derecho a controlar la experiencia al activar o desactivar la opción de compartir. Cuando se instalan por primera vez, las aplicaciones explican qué tipo de actividad se compartirá y cómo aparecerá en Timeline», declaró Facebook.

Por ello es posible que con determinadas aplicaciones, al momento de acceder a ellas por primera vez, sea necesario configurar el nivel de privacidad que deseemos que tenga. De esta forma podremos evitar la propagación de informacion que consideremos privada, y que, de lo contrario, sería vista por nuestros amigos o inclusive por los amigos de nuestros amigos.

Habrá que esperar si Facebook decide modificar esta política en torno a las aplicaciones, pero es algo que seguramente no ocurrirá dado que mientras más contenido de los usuarios se encuentre disponible en la página es mejor para ellos, no así para quienes tienen una cuenta en la red social.

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