Los Partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM) acordaron ir en alianza parcial en Quintana Roo, con el ex gobernador del estado, Félix González Canto y el ex dirigente del Verde, Jorge Emilio González, conocido como «El Niño Verde», como candidatos al Senado de la República. Mas descrédito en la alianzas del PRI

González Canto se registrará el próximo sábado en Chetumal, en la sede de su partido, el PRI; mientras que González Martínez, hará lo propio el lunes próximo en la sede del Verde, ubicado en Cancún. Su suplente será la diputada local, Gabriela Medrano.

Al respecto, el diputado local, José de la Peña, informó que una vez conocidos los términos de la convocatoria, los aspirantes tienen como plazo el 23 de enero para entregar su documentación y carta de registro.

La Comisión Nacional de Procedimientos Internos emitirá los dictámenes sobre las solicitudes el 25 de enero «motivando y fundando su aceptación o negativa de registro como aspirante», se lee en dicha convocatoria.

EL NIÑO VERDE
Nadie lo recuerda por alguna propuesta política-legislativa de gran trascendencia. Sólo se menciona de manera relevante su participación en escándalos de pachangas, con mujeres y amigotes, como aquella de hace algunos años en San Diego donde armó una zacapela en un hotel. Entonces demandó en los tribunales a los periodistas que pusieron al descubierto los hechos, y perdió. Pero no ha sido el único hecho bochornoso, también se recuerdan las francachelas en su yate y ahora el homicidio de la búlgara en un departamento de su propiedad en Cancún. Argumentos le han sobrado para negar los hechos. Ya está curtido en esos menesteres, y así ha pasado a ser de un niño verde a un señor del escándalo.

ESCÁNDALOS EN CASCADA
Lo más reciente que ha circulado en las redes sociales, donde se han ocupado en dar a conocer los escándalos del “Niño Verde”, es su implicación en una misteriosa muerte de una mujer de 23 años luego de asistir a una de las fiestas que organiza el líder moral del PVEM y sus “amigos”, que según testigos presenciales no les envidian nada a los emperadores romanos Nerón y Calígula.
Se trata de la muerte de esta bella joven de origen búlgaro tras la caída del piso 11, homicidio aún no aclarado y que se ha pretendido pasar por “suicidio”.
Jorge Emilio -a sus 40 años- tal parece que es un “niño que no madura”, un júnior que ha invertido junto con su familia en lujosos condominios ubicados en la Zona Hotelera, muy lejanos a los cinturones de miseria. Ese es el arraigo que tiene, y el trabajo político que pudiera haber hecho simplemente no ha tenido resultados con la población que lo ve ajeno a las causas.
A Jorge Emilio se le conoce por su afición a las fiestas, sobre todo cuando sale de viaje al extranjero. En sólo tres viajes realizó gastos excesivos en una discoteca denominada “Les Caves Du Roys”. La primera factura de una noche de copas y baile fue de 4 mil 790 euros (más de 80 mil pesos), la segunda fue similar: 4 mil 776 euros, y la tercera el dispendio se elevó a 6 mil 040 euros.
González Martínez viste como lo hace todo un júnior: polos y camisas de Ralph Lauren, Lacoste, Versace, Hugo Boss, corbatas Hermes, reloj Audemars Piguet valorado en 150 mil pesos en su versión más barata, coches de lujo como Audi y Mercedes, y yates, departamentos de lujo con vista al mar, tanto en Los Cabos como en Cancún. Con ello lanza una imagen que lo aleja de las verdaderas necesidades de la población que atiende al turismo.

SU NOVIA, MENOR DE EDAD
Entre sus múltiples viajes es digno mencionar el realizado a Disneylandia, acompañado de su novia, una chica menor de edad. Es el tipo de mujeres por las cuales demuestra tener preferencia Jorge Emilio, un cuarentón que no madura.
Su novia, María Couttolenc, era menor de edad cuando empezó a salir con él. La adolescente estudió en el Colegio Bosques y es hija de José Alberto Couttolenc Güemez, diputado asambleísta por el Verde.
La relación de Jorge Emilio con las mujeres se empañó por la reciente revelación de sus conexiones con la trata de mujeres extranjeras con fines de explotación sexual en Cancún, lugar donde el periódico Reforma publicó que el líder y otros miembros del Partido Verde tienen condominios de lujo por valor de más de 20 millones de pesos.
Muy cuestionados han sido todos los principios ideológicos del Partido Verde Ecologista de México por lo que fue Jorge Emilio expulsado de la Unión Internacional de Partidos Verdes, a tal grado de ser considerado una franquicia empresarial propiedad de una familia y sus allegados, que un partido político con fines en beneficio del país.
Sus negociaciones con otros partidos le permiten al “Niño Verde” ofrecer a familiares y amigos los puestos plurinominales. Y como muestra ha colocado a sus mejores cuates en puestos plurinominales y directivos del partido: Arturo Escobar, Francisco Abundis y Bernardo de la Garza, este último candidato presidencial en 2006, quien posteriormente se vendió a Calderón para ser nombrado hace más de tres años titular de la Confederación Deportiva Mexicana (Codeme).

ALIANZA DE CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD
Por el momento, el objetivo principal de Jorge Emilio es conseguir el mayor número de escaños y de poder. Para ello no ha dudado en ser el máximo exponente del fenómeno vergonzoso conocido como “Las Juanitas”, que consiste en que las propietarias de curules son sustituidas por suplentes hombres. En este caso tiene a varios representantes de las elecciones de 2009: Sara Isabel Castellanos Cortes, quien fue sustituida por Jesús Sesma Suárez en el Congreso de los Diputados, donde también Erika Laguerri Nagel ofreció su curul a Manuel Salgado Amador. En el Senado, Gabriela Aguilar García cedió su puesto a Javier Orozco Gómez.
La prepotencia del “Niño Verde” ha llegado al colmo. En los condóminos Las Olas, los propietarios sujetos al régimen de condominos preparan un reglamento a fin de tener sustento legal para expulsar a los indeseables que protagonizan escándalos y hacen uso de instalaciones comunes (como albercas), en donde al calor de las copas han hecho campo nudista.
Al amparo del fuero político, Jorge Emilio compró un penthouse en el complejo Emerald, donde amén de ser motivo de protestas por la forma de diversión sin medir ni respetar a los vecinos, se dio a la tarea de construir sin permiso alguno, porque no está autorizado modificar y no se permiten cambios de uso de suelo, un segundo piso, poniendo en riesgo al resto de los condóminos por el sobrepeso.
Ese es el aspirante al Senado, quien pretende representar “dignamente” a los quintanarroenses; de ahí que se tema una debacle, lo cual torna mucho más difícil una elección ya de por sí compleja, como pinta ser la de julio próximo.

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